Mirando al
futuro: Casas con pilas de hidrógeno para producir electricidad.-
En Green Barcelona
estamos a la expectativa de la evolución de las pilas de hidrógeno para
integrarla en algunos de nuestros proyectos constructivos.
Para los que podáis
estar interesados deciros que en Ecoticias han publicado un artículo
interesante sobre la producción del hidrógeno que os recomendamos.
Con frecuencia se
oye hablar del hidrógeno como vector energético, o de las pilas de combustible
como sistema de producción de energía eléctrica. Aparecen en radio, televisión
y prensa escrita, unas veces como novedades tecnológicas, y otras como una
realidad palpable y al alcance del público. El hidrógeno, su composición,
producción y características, son conocidos desde hace tiempo; de hecho, es un
producto químico habitualmente empleado en industrias como la petroquímica o la
fabricación de cristal.
Sin embargo, la
novedad estriba en considerar al hidrógeno como un combustible, es decir, como
algo que puede quemarse o transformarse, para lograr mover los vehículos, la
industria y, en definitiva, la sociedad tal y como la conocemos. Como
combustible, el hidrógeno arde, al igual que arden la gasolina o el gas
natural, pero con la diferencia de que la única emisión producida es vapor de
agua, sin presencia de dióxido de carbono. Así pues, estamos ante un
combustible “limpio” a la hora de su utilización.
No obstante, hay
una diferencia palpable entre los combustibles como el gas natural y el
hidrógeno: este último hay que producirlo. Así, mientras que el carbón, el
petróleo o el gas natural son fuentes de energía, y se encuentran en la
naturaleza, el hidrógeno hay que producirlo, a partir de una fuente de energía
primaria; se dice, por tanto, que se trata de un “vector energético”.
Sin embargo, lejos
de ser un inconveniente, este hecho es una ventaja: cada país, cada región,
puede producir el hidrógeno que necesite a partir de las fuentes primarias de
las que disponga; así, es posible producir hidrógeno desde combustibles
fósiles, desde energía nuclear y, por supuesto, desde cualquier fuente de
energía renovable. Con ello, el hidrógeno se convierte en un interesante vector
energético. De hecho, muchos autores, pensadores y políticos hablan ya de una
“Economía del Hidrógeno”, que no es más que el momento en el que este gas sea
empleado ampliamente como combustible, conviviendo con la energía eléctrica (el
otro gran vector energético del futuro), y habiendo desplazado a los
combustibles fósiles.
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completa en
Alemania está tomándose
muy en serio las posibilidades de las pilas de combustible como tecnología base
para la micro-cogeneración residencial (microCHP), y en ese país se llevan a
cabo distintas experiencias encaminadas a demostrar su viabilidad técnica. Un
nuevo estudio estima que a medio plazo estos sistemas serían más rentables que
la alternativa (calderas de condensación + solar fotovoltaica), reducirían las
emisiones de CO2 hasta en un 40% y podrían crear hasta 18.000 nuevos empleos en
Alemania