miércoles

Los caminos escolares

Se trata de unos itinerarios de trazado sencillo que permiten el desplazamiento de niños y niñas (mayores de 8 años) a pie o en vehículos de tracción humana (bicicletas, patinetes…) a la escuela y otros espacios frecuentados como el polideportivo o la biblioteca.


 

El camino escolar es una iniciativa que reporta numerosos beneficios como por ejemplo:

-      pacifica y hace más seguros los desplazamientos más habituales de los y las escolares;

-      recupera los espacios públicos como espacios de relación social;

-      fomenta valores como la autonomía o la responsabilidad entre los y las menores;

-      promueve hábitos activos y saludables y combate el sedentarismo y los problemas de salud asociados;

-      introducir a los niños y niñas en la educación vial y para la movilidad;

-      reduce el tránsito rodado alrededor de los centros educativos y, también, puede reducirlo en el conjunto de la población en unos momentos críticos desde un punto de vista de la movilidad;

-      genera beneficios medioambientales como la reducción de gases o un menor consumo de recursos

 
Para conseguir el éxito de una iniciativa de este tipo es indispensable la participación e implicación de los niños y niñas, del profesorado y de los centros educativos, de las familias, del ayuntamiento, de los comerciantes de la zona y del tejido asociativo del pueblo o barrio.

 ¿Cuál es el proceso?

La situación ideal para tener éxito en un proyecto como éste es que la iniciativa para crear el camino escolar parta de los propios agentes sociales y educativos. De no ser así, el primer paso es establecer los mecanismos participativos necesarios para integrar en el proyecto a los diferentes actores.

Las principales fases para su ideación y desarrollo son:

1. Realizar un estudio detallado sobre la realidad local a partir de técnicas cuantitativas (encuestas) y cualitativas (observación, entrevistas) que permitan recoger información precisa sobre los hábitos de movilidad, los medios de transporte más usados, los itinerarios más habituales y la intensidad de su uso, detectar los puntos conflictivos, etc.

2. Generar un grupo de trabajo mixto (técnicos y agentes sociales) para la ideación de un primer esbozo del trazado poniendo especial énfasis en la búsqueda de soluciones a los problemas detectados.

3. Elaborar el proyecto técnico a partir de los resultados del dialogo con los agentes sociales y en comunicación con la administración competente.

4. Presentación y difusión del proyecto entre los diferentes actores implicados. Colaborar con los centros educativos en la promoción de su uso.

5. Hacer las obras desde la racionalidad económica (muchas veces de muy poca envergadura) y poner en marcha el camino escolar.

6. Evaluar las medidas llevadas a cabo y mantenerlas. Se recomienda crear una comisión de seguimiento que se encargue del control de las actuaciones.

Una buena manera de mejorar la educación de nuestros hijos y a la vez hacer más sostenible nuestro entorno.

 
Si desea promocionar un camino escolar no dude en contactarnos.