Las nuevas propuestas en materia de urbanismo y sostenibilidad propugnan
la convivencia de diferentes usos del suelo a fin de minimizar el impacto de
los transportes. En este sentido, la agricultura también debería volverse
urbana. Y para ello, nada mejor que cultivar a lo alto y no a lo largo. Así
piensan los defensores de las granjas verticales, que proponen diversos diseños
de rascacielos en los que se cultiven todo tipo de productos frescos de forma
ecológica. Gracias a ellos, aseguran, se podrá alimentar a una población cada
vez más numerosa y urbana.
Las granjas verticales son granjas pensadas para funcionar dentro de la ciudad, en edificios y terrazas preparados especialmente para soportar el cultivo. En 1999 un profesor de la Universidad de Columbia y sus alumnos se dedicaron a estudiar la potencialidad de esta técnica y descubrieron que con 160 edificios de 30 pisos dedicados exclusivamente al cultivo vertical podrían alimentar por un año a todo New York.
Aseguran que se puede sobrepasar la productividad de la agricultura
tradicional hasta 20 veces mientras se usa menos agua.
Los pisos inferiores estarían destinados a los animales, reservándose los
superiores para los cultivos, aprovechando la luz del sol con enormes
cristaleras. Se trataría de edificios con alta eficiencia energética,
abasteciéndose con energía solar y eólica y reutilizando las aguas grises para
los cultivos, así como el metano generado por los animales y la biomasa
residual.
No se cultivaría en surcos, sino en parterres de suelo a techo, tratados
con técnicas hidropónicas, técnica que consiste en hacer llegar el agua y los
nutrientes a los cultivos directamente, sin necesidad de tierra.
Con una población que aumenta y una creciente necesidad de cortar las
emisiones de carbono provenientes del transporte, ¿puede ser este el futuro de
la producción de alimentos en las ciudades?
Green Team