Hammarby Sjöstad es una zona residencial de Estocolmo, a
orillas de un lago y en su diseño oculta una serie de soluciones sostenibles innovadoras.
Así, el “modelo Hammarby” se ha convertido en una herramienta para un desarrollo
urbano respetuoso del medio ambiente en distintas partes del mundo.
La meta consistía en reducir a la mitad el impacto medioambiental
total en comparación con el de otras casas construidas en la década de 1990, hacer
la zona el doble de buena.
Uno de los objetivos
consiste en hacer que los residentes ayuden a producir el 50 por ciento de la energía
que necesitan convirtiendo las aguas residuales recicladas y las basuras domésticas
en calefacción, refrigeración y electricidad. Toda la electricidad es de producción
ecológica.
En cuanto al uso del agua, el objetivo es reducir a la mitad
el consumo en comparación con el promedio de 180 litros diarios en Suecia.
Una de las formas de conseguirlo es la utilización de filtros instalados en todos
los grifos, que mezclan aire en el agua para reducir los volúmenes utilizados.
Por lo que se refiere al tratamiento de residuos, todas las
basuras son separadas y gran parte de ellas, recicladas o usadas para producir energía.
Dispone de un sistema de tuberías subterráneas, que utiliza la succión al vacío
para el transporte de basuras. Además, se ha construido una planta local de tratamiento
de aguas residuales, que utiliza nueva tecnología de depuración.
En los dos últimos años, se han instalado en la zona muchas
personas.
Entre los recién llegados, destaca especialmente un grupo:
“En la zona hay muchas familias con niños” pues es una zona espaciosa y verde;
se mantiene el tráfico al margen; es favorable a los niños; y tiene buenas comunicaciones
con el centro. Está bien cuidada y tienen columpios y un cajón de arena cerca
de todas las viviendas.
Lo excepcional de Hammarby Sjöstad está en el proceso de
planificación integrado. “Todas las unidades involucradas en el proyecto decidieron
enfocarse en el medio ambiente incluso antes de trazar la primera línea. Es un concepto
holístico.”
El aspecto ecoinnovador ha despertado rápidamente un interés
mundial y se han producido visitas de responsables locales de todo el mundo.El
“modelo Hammarby” ha sido también exportado: por ejemplo, a Rusia y al Reino Unido,
así como a China, donde la ciudad de Hohhot se ha inspirado en Hammarby Sjöstad.
Un modelo de este tipo, ademas no tiene necesariamente que resultar
caro. En Hammarby Sjöstad, un apartamento de reciente construcción, con un dormitorio,
cuesta unos 700 euros (EUR) al mes.
Si le interesa este tipo de planificación no dude en contactar con nuestro equipo de urbanismo sostenible.