La biomimesis es la
imitación tecnológica del funcionamiento de los organismos vivos o de los ecosistemas.
Su planteamiento básico es muy sencillo: la evolución ha identificado las
soluciones óptimas, por ejemplo los seres vivos o los ecosistemas, por lo tanto
dediquémonos a estudiar esas soluciones óptimas creadas por la evolución.
Debemos comprender los principios de la vida en los diferentes niveles
con el objetivo de reconstruir las obras humanas y poder encajarlas
armoniosamente en los sistemas naturales.
La naturaleza es la única empresa que no ha fallado en millones de años.
Su modelo se basa en una economía sostenible y de alta productividad.
Los ecosistemas naturales operan sobre la base de ciclos cerrados. Cada residuo
de un proceso se convierte en la materia prima de otro y la energía primaria utilizada
es renovable: sol, viento, energía gravitacional y geotérmica.
No existen residuos y la fuente de energía es inagotable en contraste con
la economía industrial.
La reconstrucción de los sistemas de producción mediante la imitación de
la producción natural de la biosfera puede ser un elemento clave en la era
de la postcrisis.
En este sentido, el utilizar técnicas de construcción natural, la
arquitectura bioclimática, la depuración natural de aguas residuales, la utilización
de la biomasa de distintos orígenes y el biogas, al igual que la construcción
de agro-ecosistemas, mucho más cerca de los ecosistemas naturales que la
agricultura industrial, pueden entenderse como sistemas biomiméticos.
El reto está claro: reintegrar la tecnosfera en la biosfera.