En
un mundo cada vez mas preocupado por los problemas del deterioro
ambiental, crisis energética, contaminación, desaparición de vegetación, de
animales y de paisajes, abordar el diseño de nuestras ciudades desde un punto
de vista sostenible es absolutamente indispensable, puesto que define el
escenario en el que se van a llevar a cabo todas las actividades humanas.
Tradicionalmente, las disciplinas responsables
de la forma de la ciudad han tenido muy poco que ver con los valores
ecológicos, sin embargo actualmente el punto de vista medioambiental debe ser
un componente imprescindible de los procesos técnicos y de diseño que den forma
a la ciudad.
Los nuevos desarrollos urbanos deben
partir de una planificación urbana sostenible que permita por un lado minimizar
el impacto de las actividades humanas sobre los ecosistemas y por otro permitir
a los ciudadanos mejorar las posibilidades de llevar una vida sana.
Un modelo de desarrollo urbano
sostenible debe,
… Aplicar los principios bioclimáticos
a todas las actividades que en ellos se desarrollen empezando por los espacios
públicos, escenarios principales de la vida urbana.
… Tomar en consideración los vientos
dominantes en el trazado y la orientación de las calles, situando los edificios
de manera que protejan los espacios públicos permitiendo a la vez dispersar los
contaminantes atmosféricos.
… Fomentar la accesibilidad a los
servicios para todos los ciudadanos, con independencia de sus capacidades
físicas o económicos, una menor dependencia del coche frente al uso del
transporte público, carriles bici y zonas peatonales.
… Crear zonas verdes a distintas
escalas, desde zonas de juegos y pequeños parques a nivel de barrio que moderen
el microclima local hasta grandes zonas verdes periféricas adecuadas para el
desarrollo de la flora y fauna que reduzcan la contaminación y permitan que los
habitantes tengan contacto con el campo.
… Planificar una correcta gestión de
los residuos que evite la contaminación de las aguas e incluso la disminución
de su calidad, así como la máxima reutilización de los mismos.
… Reducir al máximo la producción de
residuos sólidos y el uso del agua, evitando elementos paisajísticos que utilicen agua procedente de los
suministros de agua potable.
… Promover la eficiencia energética de
los edificios públicos y residenciales, utilizando el bioclimatismo pasivo,
aprovechando las energías renovables y
usando de forma más eficiente las fuentes de energía convencionales.
La planificación urbana sostenible no
es sino un planeamiento más respetuoso con el medio ambiente que impone una
nueva racionalidad y contribuye a mejorar la calidad de vida de todos los
ciudadanos.
Por ello, su práctica y divulgación es
uno de los principios fundamentales de nuestro trabajo.