Cuando pensamos en sistemas que
generen electricidad en casa solamente pensamos en tres tipos: la energía
solar, la energía eólica y la biomasa. Pero también existen otros tipos de
sistemas menos comunes pero igualmente válidos para obtener electricidad
limpiamente, como la energía hidráulica.
El único inconveniente, eso sí, reside en que debemos tener cerca de casa un caudal de agua constante para
podernos beneficiar de este tipo de energía renovable.
Estudios previos
Por este motivo es necesario
llevar a cabo un estudio previo para calcular el caudal de agua que tenemos
cerca y analizar el terreno de nuestro entorno, que nos ayudará a saber dónde
colocar el generador de energía para aprovechar al máximo el caudal. De hecho,
tener ciertos conocimientos de generadores eléctricos y turbinas también será importante para comprar
el indicado para uso doméstico.
Además, para evitar cambios de
frecuencia debido a fluctuaciones en el caudal del agua, será necesario conectar
el generador a la red eléctrica para obtener la frecuencia y el voltaje
necesario.
Inversión elevada
Todos estos elementos provocan
que la inversión inicial para la instalación de este tipo de sistemas es algo
elevada, pero una vez instalado su mantenimiento –y por tanto su inversión- es
nula. Por tanto, el dinero no debe ser un inconveniente.
Ventajas de la energía hidráulica
No es intermitente. El caudal del río siempre fluye, por eso no
existen cortes de electricidad de ningún tipo.
Es renovable. Es decir, no se agota aunque se use.
Sin
ningún impacto ambiental. La
instalación de este sistema no altera ni destruye nuestro entorno, además de no
emitir ningún tipo de contaminante ni en su instalación ni en su
funcionamiento.