En la década
pasada hemos sido testigos de un gran desarrollo de las energías alternativas
en especial aquellas tratadas como producto financiero, me refiero a los
grandes huertos solares y la gran eólica, es decir, los mega molinos capaces de
producir megavatios de energía.
Se ha vivido un
gran desarrollo fruto del interés en reducir los índices de CO2 y de la bonanza
económica, tanto es así que, si bien en su aspecto positivo, permitió un rápido
crecimiento en la investigación energética y en la creación de un nuevo sector
de energías renovables también es cierto que, en gran medida, fue utilizado
como inversión financiera fácil ligada a las subvenciones públicas. Un dinero
que deberemos devolver entre todos a lo
largo de unos 25 años y que, lamentablemente, en muchos casos fue a manos de
los especuladores financieros nacionales e internacionales.
Al margen de ello
el futuro de las energías renovables es grande y no sólo eso, es necesario e
inevitable salvo avances científicos sorprendentes. El futuro de la energía
eólica no sólo está en manos de esas grandes compañías con pingües beneficios
sino en al autoconsumo al que, por
responsabilidad, tarde o temprano nos tendremos que enfrentar.
Cuando un individuo ambientalmente concienciado y
que además tiene la suerte de disponer de suficiente viento apuesta por la
autosuficiencia energética se enfrenta a una carrera de obstáculos nada
desdeñable. Desde normativas nacionales que no se lo permiten, a normativas que
le imponen tributar como si fuera una compañía, a administraciones locales que,
por desconocimiento, son más proclives a instalar antenas de telecomunicaciones
que aerogeneradores.
Pues bien, poco a
poco, la realidad fruto de la crisis se va imponiendo y las normativas están
apostando por facilitar el autoconsumo por lo que ya ese obstáculo parece
superado. El otro inconveniente es cuando va a su ayuntamiento y pide
información de los trámites. Es importante orientarlo bien desde el principio
pues si no puede acabar desanimado.
Lo importante es
orientarlo como lo que es: una instalación técnica como las antenas de
televisión o las torres de aire acondicionado. Con ese planteamiento todos los
inconvenientes que planteen en la Administración serán solventados.
De hecho ante las
continuas cuestiones recibidas por ese tema en Green Barcelona hemos querido
ayudar y nos hemos aventurado en la construcción de un aerogenerador que
permita ser instalado con facilidad al igual que uno instala su antena de
televisión o su torre de aire acondicionado. Es un aerogenerador de eje
vertical que, a diferencia de los
grandes molinos, que son de eje horizontal y se mueven por las tripalas
verticales éste, en cambio, se mueve silenciosamente con múltiples palas sobre
el plano horizontal.
Y no sólo eso sino
que le hemos incorporado la visión publicitaria para que permita una fácil
amortización por la comunidad de vecinos. El prototipo está casi acabado, lo
estamos sometiendo a pruebas de rendimiento y el comportamiento es muy
favorable así que en breve os podremos informar más detalladamente.
Por otra parte, si
estás interesado en la visión publicitaria del aerogenerador o eres una empresa
a la que podría interesarle utilizarlo como elemento publicitario no dudes en
contactar con Green Barcelona.
Green Team